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“CRISTO ES NUESTRA PAZ”

Arzobispo celebra Fiesta del “Señor de la Buena Muerte de Chocán”

03 de febrero de 2023 (Oficina de Prensa).- Cada 02 de febrero, toda nuestra Arquidiócesis celebra con inmenso gozo y piedad la fiesta del “Señor de la Buena Muerte de Chocán”, hermosa imagen de Cristo Crucificado que se venera en su Santuario ubicado en la Parroquia “San Francisco Javier” en Querecotillo (Sullana). Hasta ese lugar llegó nuestro Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., para presidir la Santa Misa de Fiesta, la cual fue especialmente ofrecida por nuestro querido Perú, pidiéndole al Señor de Chocán que le conceda a nuestra Patria el don de la Paz, más aún en estos momentos difíciles y dramáticos en que la violencia amenaza a nuestra frágil democracia y convivencia social. La Eucaristía fue concelebrada por el R.P. José Chero More, Párroco del lugar, y el R.P. Diego Mechato Cabrera, Vicario Parroquial. Estuvieron también presentes en la celebración las principales autoridades políticas, civiles y militares del Distrito, encabezadas por el Señor Alex Seminario Ramírez, Alcalde del lugar, los integrantes de la Sociedad “Dos de Febrero”, y miles de peregrinos que han llegado de todos los rincones del País cumpliendo sus votos y promesas en agradecimiento por los favores recibidos, y para hacer llegar sus súplicas y pedidos al Santo Cristo de Chocán.

La Cruz de Cristo es el mayor signo del amor de Dios por nosotros

Durante su homilía, nuestro Pastor destacó que es en la Cruz donde Cristo dio la mayor muestra de su amor por nosotros: “Es en la Cruz, donde Jesucristo entregó su vida en rescate por la nuestra, alcanzándonos el perdón de nuestros pecados y la perfecta reconciliación con Dios, con nosotros mismos, con nuestros hermanos humanos y con la creación entera. Por eso, cada 02 de febrero, al rendirle culto al Señor de la Buena Muerte de Chocán, venimos agradecidos a ponernos a sus pies para renovarle el homenaje de nuestra fe y para decirle: ¡Gracias por tu Amor y entrega en la Cruz, que hacen posible que podamos ser hombres nuevos y así construir un Perú más justo y reconciliado! ¡Tu muerte nos ha dado la vida! ¡Tu Cruz nos ha dado la Resurrección!”.

Señor de Chocán: Dános la Paz. Que el Amor venza al odio.

Citando a San Pablo en su Carta a los Efesios (ver Ef 2, 14-16), Monseñor Eguren exclamó: “Tú Jesús, eres nuestra Paz, porque con la potencia de tu amor crucificado, has derribado el muro que nos separaba. Tú Jesús, has abolido los odios y enemistades, y así has creado un solo pueblo. Haz que comprendamos que sólo en Ti, somos capaces de construir la ansiada Civilización del Amor que tanto necesita el Perú de hoy. En los actuales momentos, en que vemos que en algunas partes de nuestro querido país se alza la muerte, la violencia, y la destrucción siempre diabólicas, es bueno ponernos frente al Crucificado, y recordar que Cristo es nuestra Paz. Pidamos a Jesús, Príncipe de la Paz, que en el Perú se destierre toda forma de violencia, siempre anticristiana, porque la violencia sólo engendra violencia. Pidámosle que nuestra frágil democracia prevalezca sobre el caos, el terror, y cualquier forma de totalitarismo ideológico. Que los peruanos comprendamos que la noble causa por la justicia, jamás debe buscarse por caminos de odio y de muerte”. 

Llamados a anunciar, sin temor, al Señor Jesús

Monseñor Eguren nos recordó también que estamos llamados a ser discípulos-misioneros de Cristo: “El gran desafío que nos deja la fiesta de hoy es comprometernos con el Señor de Chocán a ser sus discípulos-misioneros, con nuestra palabra valiente y nuestro ejemplo de vida cristiana, de tal forma que, cuando las personas nos escuchen hablar y nos vean actuar, puedan decir que realmente somos discípulos del Señor, que Jesús es la medida de nuestra vida, y que realmente Cristo es el Rey de nuestro corazón y de nuestra existencia. Hoy en día las personas no solo quieren oír hablar de Jesús, quieren verlo vivo en nosotros, sus discípulos. Hoy aquí frente al Señor de la Buena Muerte de Chocán, asumamos con valentía la misión de conducir a todos nuestros hermanos que quieren ver a Jesús, a que tengan un encuentro personal de vida con Él. Seamos para los demás un camino que los lleve a encontrar a Jesús en sus vidas, porque sólo Él es el Hombre nuevo y perfecto”.  

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