30 de mayo de 2022 (Oficina de Prensa).- Este martes 31 de mayo, con ocasión de concluir el mes de la Virgen María, el Papa Francisco nos invita a rezar el Santo Rosario por la Paz y el fin de la guerra en todo el mundo, especialmente en Ucrania. El Santo Padre presidirá el rezo de la oración mariana ante la imagen de la Virgen Reina de la Paz, que se encuentra en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, el lugar adonde suele ir a rezar antes y después de cada uno de sus viajes internacionales. Todos los fieles del mundo podrán sumarse a este Rosario que comenzará a las 6:00 p.m., hora de Roma (11:00 a.m. Hora de Perú) y que será transmitido en directo a través de las redes oficiales del Vaticano, y podrá seguirse desde AQUÍ
Nuestro Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., anima a todos los fieles de Piura y Tumbes a unirse a este especial pedido de nuestro querido Papa Francisco, rezando el Santo Rosario el día de mañana, ya sea de manera personal o en familia, en nuestros hogares, parroquias o comunidades. Pidiéndole al Señor que, por intercesión de su Santísima Madre, nos alcance el don de la Paz para el mundo entero.
A continuación, compartimos la oración que rezará el Papa Francisco al inicio del rezo del Rosario, en el que se meditarán los Misterios Dolorosos:
Oh María, Madre de Dios y Reina de la paz,
durante la pandemia nos reuníamos en torno a ti para pedirte tu intercesión.
Te hemos pedido sostener a los enfermos y darle fuerza al personal médico,
hemos implorado misericordia para los moribundos
y que enjugues las lágrimas de cuantos sufrían en el silencio y la soledad.
Esta noche, al final del mes de mayo, a ti particularmente consagrado,
estamos ante ti nuevamente Reina de la para, para suplicarte:
concede el gran don de la paz, cesa pronto la guerra,
que ha invadido también el continente europeo.
Somos conscientes de que la paz no puede ser solo el resultado de negociaciones
ni una consecuencia solo de acuerdos políticos,
sino que es sobre todo el don pascual del Espíritu Santo.
Hemos consagrado a tu Corazón Inmaculado las naciones en guerra
y hemos pedido el gran don de la conversión de los corazones.
Estamos seguros que con las armas de la oración, del ayuno y la limosna
y con el don de tu gracia, se pueden cambiar los corazones de los hombres
y la suerte del mundo entero.
Hoy elevamos nuestros corazones a ti, Reina de la Paz:
intercede por nosotros ante tu Hijo,
reconcilia los corazones llenos de violencia y venganza,
redirige los pensamientos llenos del deseo del enriquecimiento fácil,
y que sobre toda la tierra reine tu paz duradera.