Arzobispo preside Santa Misa de fiesta en Paita y Eucaristía con las Fuerzas Armadas en la Catedral de Piura
24 de septiembre de 2022 (Oficina de Prensa).- Hoy, día en que celebramos la Solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes, Patrona de nuestra Arquidiócesis y de las Fuerzas Armadas del Perú, nuestro Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., presidió la Santa Misa de Fiesta en Paita, ante la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, cariñosamente llamada por sus hijos “La Mechita”, y con la multitudinaria presencia de devotos, que se dieron cita en la explanada de la Parroquia San Francisco de Asís de Paita, hasta donde miles de peregrinos llegaron desde tempranas horas para rendirle un homenaje de amor filial a su Madre y Reina, tras dos años de no haber podido hacerlo a causa de la Pandemia.
La Eucaristía fue concelebrada por Monseñor Luciano Maza Huamán, Vicario General de nuestra Arquidiócesis y por el R.P. Pedro Chully Chunga, Párroco del lugar. Participaron también varios sacerdotes provenientes de toda nuestra Arquidiócesis y las principales autoridades políticas, civiles y militares de la Región y de la Provincia de Paita. En la Santa Misa, nuestro Arzobispo, encomendó de manera especialísima a todos los fallecidos durante la pandemia, pidiendo a María Santísima que interceda por ellos ante su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, para que gocen de la vida eterna. Asimismo, le pidió a la «Alcaldesa Perpetua de Paita», que ruegue por nuestros hermanos encarcelados y por todos aquellos que se encuentran privados de su libertad, así como por el Perú, ante los difíciles momentos que vive nuestra Patria.
En la Santa Misa participaron las principales autoridades políticas, civiles y militares de la Provincia representados por su Alcalde, el Señor Huber Vite Castillo, quien estuvo acompañado de los Congresistas Heidy Juárez Calle y Miguel Angel Ciccia Vásquez. Al finalizar la Eucaristía, el Alcalde Vite, a nombre de la Comuna Provincial y de todo el pueblo de Paita, hizo entrega de una medalla de reconocimiento a nuestra Madre Santísima. Del mismo modo, el Brigadier Ricardo Azabache Castro, Comandante de la I Comandancia Departamental del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Perú, dio lectura de la Resolución Jefatural que declara a “La Mechita” Patrona Jurada de los Bomberos Voluntarios de nuestra Región, y entregó a Monseñor Eguren la insignia bomberil que la reconoce como tal.
Cabe destacar que Monseñor Eguren celebró también, en la Basílica Catedral de Piura, una Santa Misa que fue concelebrada por los capellanes castrenses del Ejército y la Fuerza Aérea, donde les rindió un justo y sentido homenaje a nuestros soldados, aviadores, marinos y policías. Culminada la Eucaristía, la hermosa imagen de Nuestra Madre, que es venerada en la Capilla del Arzobispado de Piura, fue sacada en hombros por los Comandantes Generales de la Primera División de Ejército, Primera Zona Naval, Ala Aérea N°1 y Macro Región Policial Piura, quienes la reconocieron de esta manera como su Patrona y Gran Mariscala del Perú. Estuvieron también presentes las principales autoridades políticas de la Región, que acompañaron la procesión que se realizó alrededor de la Plaza Mayor de nuestra ciudad.
A continuación, publicamos el texto íntegro de la homilía pronunciada por nuestro Arzobispo en esta importante fecha:
HOMILÍA EN LA SOLEMNIDAD DE
NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES
SANTA MISA CON LAS FUERZAS ARMADAS
Somos sus hijos y le pertenecemos
A igual que los miles de peregrinos que todos los años caminan estos días a Paita a encontrarse con “Nuestra Señora de las Mercedes”, también nosotros, impulsados por nuestro amor filial mariano, hemos venido esta mañana a tener un encuentro con nuestra Madre Santísima.
Desde los tiempos de la evangelización constituyente, “La Mechita”, como cariñosa y filialmente la llamamos los piuranos, nos cuida y guía en nuestros esfuerzos por ser santos, y por construir entre nosotros la ansiada “Civilización del Amor”, es decir, una cultura donde el amor cristiano sea la fuerza generadora de una nueva forma de relaciones entre las personas, uniéndolas en una dinámica social de reconciliación, fraternidad, y paz.
Siguiendo el ejemplo de nuestros mayores, acudamos llenos de confianza y con profundo amor filial, a María Santísima, Madre de todas las Mercedes. Somos sus hijos y le pertenecemos.
La rica simbología imagen de “La Mechita”
Quien observe con atención y devoción la imagen de “Nuestra Señora de las Mercedes”, podrá descubrir en dicha imagen algunos rasgos simbólicos muy significativos y expresivos. En primer lugar, están sus brazos extendidos y tendidos hacia nosotros, los cuales nos animan a recurrir a nuestra Madre celestial, con la seguridad de que siempre seremos acogidos y escuchados por Ella.
De otro lado, el cetro real que sostiene en su mano derecha, expresa el poder que Dios le ha concedido en el Cielo para que desde allí pueda cumplir con su misión maternal en favor nuestro, cual es la de llevarnos siempre de la manera más plena a Jesús, su divino Hijo, y alcanzarnos las gracias y dones que necesitamos en cada momento y etapa de nuestra vida personal y social. En el Cielo, María Santísima, está sentada a la derecha de su Hijo, el Señor Jesús, y por ello puede interceder eficazmente por todos y cada uno de nosotros, para obtenernos las mercedes, es decir, las bendiciones y gracias que requerimos.
De igual modo, los grilletes que sostiene en su mano izquierda, son un símbolo hermoso de que Ella, la concebida sin pecado original, y la Santa durante toda su vida [1], es para nosotros, signo seguro y resplandeciente de la divina misericordia, que nos libera de la esclavitud del pecado, que es la fuente de todos los males que nos aquejan, tanto en nuestra vida personal como en nuestra vida social.
Su traje blanco de lino, símbolo de su Inmaculada Concepción, nos recuerda que, desde nuestro bautismo, estamos llamados a ser santos, es decir, a vivir la plenitud del Amor de Dios, a pesar de las dificultades de la historia y de la propia existencia, siguiendo el modelo y ejemplo de vida del Señor Jesús, el Camino, la Verdad y la Vida (ver Jn 14, 6).
Además, en su vientre aparece el escudo de nuestra Patria, el Perú, señal del hondo y misericordioso amor de la Virgen Madre de Dios por todos y cada uno de los peruanos, y particularmente de los piuranos y paiteños, porque realmente María es nuestra Madre, ya que Ella, por su gran fe, nos ha concebido y dado a luz a la salvación. Desde los orígenes del Perú, la Providencia divina, nos ha confiado a su protección y resguardo.
Pero la imagen de “Nuestra Señora de las Mercedes” que veneramos en Paita, como nuestra Patrona, tiene dos particularidades que no tienen las otras imágenes de esta devoción que se veneran en el Perú y en el mundo. Dos particularidades que son únicas de nuestra “Mechita”: La herida en su cuello, y el título de “Reina de la Fe y Estrella de la Evangelización”, que San Juan Pablo II le otorgó en su histórica visita a Piura, el 04 de febrero de 1985.
La herida en su cuello fue producto del pirata inglés George Anson quien asoló el puerto de Paita entre el 13 y el 15 de noviembre de 1741. En un acto blasfemo, el corsario quiso decapitar la imagen de nuestra Madre, pero sus esfuerzos fueron vanos ya que su espada se debilitaba y desafilaba a cada golpe, infringiéndole sólo la herida que hoy en día contemplamos en su cuello.
Esta herida en el cuello de “La Mechita”, es un símbolo poderoso de que Ella comparte con nosotros, no sólo nuestras alegrías y triunfos, sino también nuestros dolores, sufrimientos, desafíos y problemas. La herida en su cuello nos habla de que Ella es la Madre Dolorosa que, “junto a la Cruz lloraba mientras el Hijo pendía, cuya alma, triste y llorosa, traspasada y dolorosa, fiero cuchillo tenía”.[2] Unida de modo intenso y misterioso a la misión dolorosa de Cristo, Ella se convierte en la fiel cooperadora de su Hijo para la salvación del género humano, y así se hace capaz de comprender y acoger en su corazón traspasado (ver Lc 2, 35), todos nuestros sufrimientos para aliviarlos trayéndonos el consuelo divino.
Finalmente está, el conmovedor título que San Juan Pablo II le dio a nuestra Madre aquí en Piura al proclamarla “Reina de la Fe y Estrella de la Evangelización”. Título hermoso que define la persona y la misión maternal de Santa María, porque, así como una estrella resplandece en la oscuridad de la noche y orienta el camino a los peregrinos y navegantes, así María ilumina las tinieblas de nuestro pecado, y nos orienta en medio de los desafíos y peligros de la vida para que podamos cumplir con nuestra misión de cristianos. Igualmente, así como la luz de la estrella precede a la salida del sol, así Ella guía nuestros pasos al encuentro de vida con el Señor Jesús, el Sol de Justicia que nace de lo alto, el único Salvador del mundo, ayer, hoy y lo será siempre (ver Lc 1, 78-19 y Heb 13, 8).
Títulos y homenajes de “Nuestra Señora de las Mercedes”
A lo largo de la historia del Perú, “Nuestra Señora de las Mercedes”, ha recibido varios títulos y homenajes, los cuales hablan de su profunda vinculación y compromiso con nuestra Nación. Así, el 20 de septiembre de 1730, en Lima, la Ciudad de los Reyes, el cabildo en histórico juramento reconoció y proclamó a la Virgen de las Mercedes como “Patrona Perpetua de los Campos del Perú”. Proclamada ya la Independencia, y antes que la emancipación de América Latina fuera sellada en la Batalla de Ayacucho (09 de diciembre de 1824), el Congreso Constituyente de la República, en su sesión del 22 de septiembre de 1823, presidida por don Tomás Forcada, aprobó por unanimidad mediante Decreto, nombrar a la Virgen Santísima de las Mercedes, “Patrona de las Armas de nuestra Patria”. Al cumplirse el primer centenario de la Independencia del Perú, el día 24 de septiembre de 1921, la imagen fue solemnemente coronada y recibió el título de “Gran Mariscala del Perú”. Posteriormente durante el gobierno de las Fuerzas Armadas, se dio el Decreto Ley Nº 17822, de fecha 23 de septiembre de 1969, por el cual se oficializó el título de “Gran Mariscala del Perú” a la Virgen de las Mercedes. Es por ello que nuestra Madre es la Patrona de Nuestras Fuerzas Armadas, y a Ella se le rinden honores por su alta jerarquía militar.
Madre y Patrona de nuestras Fuerzas Armadas
Nuestras Fuerzas Armadas, tienen a la Virgen de las Mercedes como su Madre y Patrona. A Ella están consagrados los peruanos que visten el uniforme de la Patria.
Por ello imploramos hoy la bendición, guía y protección de la Virgen para nuestros soldados, aviadores, y marinos, herederos de la gloria de Bolognesi, Grau, y Quiñones. Desde aquí nuestro homenaje a ustedes, así como nuestro reconocimiento y gratitud por la invalorable e insustituible misión que desarrollan en favor de mantener la libertad y la soberanía del Perú, factor decisivo para el desarrollo integral del país y la seguridad de sus ciudadanos.
En este día en que celebramos a la Patrona de nuestras Fuerzas Armadas, ruego al Señor Jesús, por intermedio de “Nuestra Señora de las Mercedes”, que auxilie a nuestros soldados, marinos, y aviadores, y les ayude a desempeñar con honradez, generosidad de espíritu, y eficiencia su delicada misión de servicio a la Patria, misión muchas veces realizada con gran sacrificio de su parte y de sus familias, en lugares muy remotos, y en medio de situaciones muy complejas y difíciles. Igualmente, mi deseo que nuestras Fuerzas Armadas cuenten con el equipamiento y los recursos suficientes, que hagan posible su eficaz desempeño en su compromiso de defender la integridad territorial del Perú.
Nota a destacar, es el abnegado trabajo que, nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, desarrollan de manera conjunta en el VRAEM, contra el flagelo del tráfico ilícito de drogas, y los remanentes del demencial grupo criminal terrorista Sendero Luminoso. En esta Eucaristía, queremos recordar en nuestra oración, a todos los que han ofrendado sus vidas en la lucha contra el narcoterrorismo.
“Operación Patriota”
Pero hoy también queremos rendir particular homenaje al Grupo de Operaciones del Componente Especial de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional del VRAEM, que el pasado 11 de agosto, llevó a cabo con notable éxito “La Operación Patriota”, también conocida como la “Conquista de Vizcatán”, contra el Militarizado Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso.
Lamentablemente dicha operación tuvo una tímida resonancia mediática, cuando debió haber merecido una mayor cobertura por parte de los medios de comunicación, ya que nuestros comandos lograron conquistar, en las cumbres de Vizcatán, un importante centro de operaciones del grupo terrorista de Sendero Luminoso, y aunque no se pudo capturar al cabecilla Víctor Quispe Palomino, quien huyó herido del lugar, sí se logró la incautación de importantes documentos, armamentos, y la desarticulación del sistema de comando y comunicaciones de esta criminal organización. A todos los peruanos nos debe llenar de profunda satisfacción el valor y el profesionalismo que, una vez más, han demostrado nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional.
Fue una emoción inembargable ver flamear nuestro sagrado Pabellón Nacional en las alturas de Vizcatán. Esta operación conjunta, es una prueba más del heroísmo de los peruanos con uniforme. Es lamentable, que el actual Gobierno, no haya rendido el merecido homenaje a nuestros valientes soldados, aviadores, marinos y policías. Confiamos que no hayan mediado de por medio razones de tipo ideológico.
Nosotros en cambio, sí rendimos desde aquí, nuestro reconocimiento a todos los comandos que participaron en la “Operación Patriota”, desde el General de Ejército, Manuel Gómez de la Torre Araníbar, Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, hasta su último soldado, y de manera especial recordamos en esta Santa Misa a nuestros dos nuevos héroes, nacidos a la gloria en aquella operación, el Suboficial del Ejército Peruano, Edwin Vásquez Huamán, y el Oficial de Mar de nuestra Marina de Guerra del Perú, Marden Valqui Rodríguez, los comandos “Cachorro” y “Flecha”, quienes entregaron sus vidas por el Perú. Con su sacrificio, ellos nos han dado ejemplo que la Patria no es pedestal sino altar, que al Perú se le defiende de todas sus amenazas, internas y externas, y que al terrorismo le decimos: “Nunca más”.
La pérdida de toda vida humana nos duele, y por ello también rezamos en esta Eucaristía por los demás fallecidos. A los peruanos equivocados, que se han dejado ganar por una ideología que proclama el odio, el rencor y el resentimiento, como motores de la historia, hoy les repito las apremiantes palabras de San Juan Pablo II, durante su valiente visita a la ciudad de Ayacucho, el 03 de febrero de 1985, las cuales, a pesar del tiempo transcurrido, no han perdido vigencia: “Os pido, pues, en nombre de Dios: ¡Cambiad de camino! ¡Convertíos a la causa de la reconciliación y de la paz! ¡Aún estáis a tiempo! Muchas lágrimas de víctimas inocentes esperan vuestra respuesta”.
Finalmente, mi llamado a todos los miembros de nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, desde sus más altos mandos, hasta el último efectivo, a que sean siempre leales, honestos, disciplinados, gente de honor, y de profunda vida moral y cristiana, como lo fueron sus ínclitos patronos y compañeros caídos en combate. Vivan la abnegación, estén llenos de amor por el Perú, sean valientes, y tengan, en cada una de sus instituciones castrenses, un gran espíritu de cuerpo, es decir, de obediencia, camaradería, y unidad.
Que el Señor Jesús, por intercesión de “Nuestra Señora de las Mercedes”, nos bendiga a todos y especialmente a nuestras Fuerzas Armadas, concediéndoles que, como soldados cristianos, tengan una fortaleza invicta, una fidelidad inquebrantable y un espíritu de sacrificio llevado, si fuera necesario, hasta el heroísmo.
Que así sea. Amén.
San Miguel de Piura, 24 de septiembre de 2022
Solemnidad de Nuestra Señora de las Mercedes
Patrona de Piura y de las Fuerzas Armadas del Perú
Venerada Imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, Paita-Piura
Detalle de la herida en el cuello
de la Venerada Imagen de Nuestra Señora de las Mercedes, Paita-Piura
[1] Ver Catecismo de la Iglesia Católica, n. 490.
[2] Stabat Mater, Versión de Lope de Vega.
Puede descargar el archivo PDF de la homilía pronunciada por nuestro Arzobispo AQUÍ
Puede ver la transmisión de la Santa Misa de hoy en Paita AQUÍ