Seminario Arquidiocesano cumple 33 años al servicio de Piura y Tumbes
09 de agosto de 2022 (Oficina de Prensa).– Los seminaristas y formadores de nuestro Seminario Arquidiocesano “San Juan María Vianney” en Piura, han venido viviendo una serie de actividades con ocasión de haberse celebrado la Memoria de su patrono, el Santo Cura de Arz, así como el 33° Aniversario del Seminario que se encuentra puesto bajo su protección, donde nuestros seminaristas, siguiendo su ejemplo, se forman día a día para que el Señor Jesús lo sea todo en sus vidas.
Pudimos conversar con el equipo formador, presidido por el R.P. Santiago Villarino Matellán, Rector del Seminario, el R.P. Padre Carlos Vargas Núñez, Vicerrector y el R.P. Marcio Ferreira de Abreu, Director Espiritual, quienes nos respondieron gentilmente estas preguntas:
¿Cómo reciben este nuevo aniversario del Seminario Arquidiocesano?
La primera palabra que se viene a la mente es sin duda “agradecidos”, en primer lugar, por la confianza que han depositado en nosotros para llevar a cabo la inmensa responsabilidad de conducir el Seminario y formar a los futuros sacerdotes que estarán al servicio del Señor, de Su Iglesia y del Santo Pueblo Fiel de Dios. Ciertamente somos “siervos” suyos y es su acción, por medio del Espíritu Santo, la que lo hace todo. Como nos lo recuerda el Santo Padre, el Papa Francisco: «El Señor nos regala a todos una vocación para que descubramos los talentos y capacidades que poseemos y las pongamos al servicio de los demás». Esto es justamente lo que procuramos aquí, que todos los jóvenes seminaristas descubran y sigan fielmente ese llamado del Señor en sus vidas.
La Fiesta de San Juan María Vianney y el Aniversario del Seminario, es también para los que vivimos aquí, un momento para “Mirar al pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar el futuro con esperanza”. Esto nos recuerda que estamos llamados a vivir el día a día intensamente, aprovechando cada momento y viendo todo acontecimiento como el paso del Señor por nuestra vida y en la vocación de cada seminarista. Por todo esto le damos gracias a Dios cada instante de nuestras vidas. Es un privilegio ser partícipes del actuar de Dios en la llamada, maduración y culminación de la vocación de estos jóvenes.
¿Qué iniciativas se están llevando a cabo, en cuanto a la promoción vocacional?
Como todos los años, el Seminario tiene los tres primeros domingos de cada mes el Pre-Seminario, en el cual los jóvenes de las parroquias acuden aquí para ser ayudados y guiados en el discernimiento de la llamada que sienten hacia el sacerdocio. En coordinación con el Consorcio Arquidiocesano de Colegios Parroquiales, tenemos la oportunidad de participar en los encuentros juveniles para mostrar a los jóvenes de nuestra Arquidiócesis, lo que significa ser cristiano y cómo le podemos responder a Dios en su llamada con una vocación concreta. En estas jornadas vocacionales que se denominan “Ven y sígueme”, son los mismos seminaristas quienes dan su testimonio de vida. A partir de este mes de septiembre empezaremos a visitar a los jóvenes de confirmación de las parroquias para invitarlos al Pre-Seminario. Con esto estamos saliendo al encuentro de aquellos que aún no se atreven a decirle Sí al Señor.
¿Qué papel juegan las familias cristianas en el nacimiento de la vocación?
La familia cristiana es el núcleo de la vocación y como ejemplo tenemos a la Sagrada Familia de Nazaret donde Jesús crecía, y se fortalecía, llenándose de sabiduría (Ver Lc. 2.40). Por eso es trascendental la importancia de los padres cristianos en ayudar a los hijos a descubrir su vocación y no poner trabas cuando los hijos sienten el llamado. Pedimos a todos los fieles piuranos y tumbesinos sus intensas oraciones al Señor para que, por intercesión de San Juan María Vianney, quien es también patrono de los párrocos, suscite abundantes y santas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada en nuestra Iglesia particular, así como por la perseverancia y maduración vocacional de estos jóvenes, para que su respuesta al llamado del Señor Jesús sea siempre generosa.
«Siempre darlo todo y no conservar nada»
Nuestro Arzobispo Metropolitano Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., ha compartido con nuestros seminaristas una interesante reflexión acerca de la figura y ejemplo de vida de San Juan María Vianney: “Queridos hijos, vuestro santo patrono es sin duda uno de los santos más populares en los últimos tiempos, y su vida es un ejemplo de todo lo que un sacerdote debe aspirar a ser. A ejemplo de San Juan María Vianney, sigan preparándose ardorosamente para ser sacerdotes santos, que busquen la perfección espiritual de la cual depende la eficacia de su ministerio. No olviden que el sacerdote es el primero que ha de responder a la llamada a la santidad que Dios dirige a todos los bautizados. Cuando el sacerdote aspira seria y responsablemente a la santidad, toda la Iglesia resplandece. Por ello la importancia de retornar siempre a la gracia misma de nuestra vocación, meditar en la inmensa bondad y en el amor infinito de Cristo que se ha fijado en nosotros y nos ha llamado por nuestro nombre. Hoy en día el principal anhelo de nuestros fieles cristianos es que seamos especialistas en promover el encuentro con Cristo, quieren ver en nosotros al mismo Jesús en todo momento, pero principalmente en la Santa Misa. Nunca olviden que el modelo de vida de un sacerdote influye poderosamente en los demás. No tengan miedo de entregarle a Cristo todo su amor porque el Señor nos ha llamado principalmente para que permanezcamos con Él en una intimidad privilegiada. Para ello, sigan formándose bien en lo humano, espiritual y cultural. Prepárense para ser sacerdotes santos. Tengan siempre presente que la oración es la fuente que mantiene vivo el sacerdocio. Si no hay oración diaria y perseverante, Jesús estará ausente de nuestras vidas. Como Cristo, lleven una vida sencilla y modesta. Como San Juan María Vianney, que su secreto para una vida feliz sea siempre darlo todo y no conservar nada”.