PIURANOS Y TUMBESINOS CELEBRAN LA FIESTA DE SAN JUAN PABLO II

Papa Santo visitó Piura y dejó un mensaje de esperanza

22 de Octubre de 2021 (Oficina de Prensa).- Hoy, 22 de octubre, la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Juan Pablo II, el Papa peregrino, el Pontífice que viajó por el mundo entero llevando un mensaje de paz y reconciliación, y a quien los piuranos y tumbesinos tenemos una especial cariño y devoción, ya que un 4 de febrero de 1985, nuestro querido y siempre recordado San Juan Pablo II arribó a Piura, como parte de su primera visita al Perú, cuando nuestro País vivía una de sus peores épocas; por el terrorismo, la destrucción provocada por el Fenómeno El Niño y la crisis económica.

Esta Visita Papal, marcó la historia de Piura y fue motivo de gran alegría, pero especialmente es memorable para todos los piuranos y tumbesinos que lo recibieron aquel soleado día. Las palabras que el Papa Wojtyla pronunció aquel lunes fueron muy significativas para los miles de personas que se dieron cita en el Campo Papal del Distrito de Castilla: “Vengo para encontrarme con los queridos hijos de esta tierra … mi visita quiere ser ante todo un signo de solidaridad y de aliento a no dejaros abatir en la desgracia, sino a sacar de ella razones de esperanza, de mutuo apoyo y voluntad de reconstruir lo perdido … Vengo en peregrinación de fe a las fuentes de la gesta evangelizadora en el Perú, ya que de estas tierras, bajo la protección del Arcángel San Miguel, partieron los pioneros del anuncio de Jesucristo, de su Buena Nueva y de su Iglesia, hacia el vasto territorio del antiguo Imperio Inca. Por ello, desde este lugar, nuestra mente se eleva de modo espontáneo hacía Dios, para darle gracias por la evangelización del Perú, por sus héroes y santos. Y nuestro espíritu se recoge en plegaría, para meditar sobre aquella evangelización y descubrir las exigencias que derivan de la aceptación del Evangelio… Que la Estrella de la Evangelización, Nuestra Señora de las Mercedes, inspire desde su santuario de Paita todos vuestros propósitos, y acompañe en su fidelidad a Cristo a los hijos de esta tierra y de todo el Perú, a los que bendigo de corazón”.

Hoy, 36 años después, tenemos la gran dicha de poder pedir a Dios Padre nos conceda alguna gracia por intercesión de San Juan Pablo II, ya sea visitando la hermosa imagen que tenemos de él y que se encuentra frente al Arzobispado de Piura, o también la reliquia de primer grado de sangre del Papa Santo, la cual se encuentra entronizada en la Catedral de nuestra ciudad, y que llegó proveniente de Polonia gracias a las gestiones que Monseñor Eguren realizó con el Cardenal Stanislaw Dziwisz, Arzobispo Emérito de Cracovia y antiguo secretario personal del Papa Santo.

Respecto a San Juan Pablo II, nuestro Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., nos comenta: “De él tengo muchos hermosos recuerdos desde la época en que era un joven sacerdote, pero hay uno que me impresionó de manera especial y que quisiera hoy compartir. Fue en la celebración de Pentecostés en Roma el año 1998. La Providencia quiso que estuviera sentado muy cerca de este gran y santo Pontífice durante la Santa Misa. Después de la comunión, pude observar y oír como San Juan Pablo II, fijando fuertemente sus ojos en la muchedumbre reunida esa mañana en la Plaza de San Pedro, y desde ahí prolongando su mirada al mundo entero, repetía esta oración de manera continua, en voz baja pero firme: «Ven Espíritu Santo, ven, ven». Era una oración llena de piadosa unción y de súplica intensa a la vez, que traslucía su anhelo por un cielo nuevo y una tierra nueva donde las Bienaventuranzas del Reino fueran una realidad viva y operante en todo el mundo. Siempre he admirado de San Juan Pablo II, su gran anhelo de llevar a Cristo a todos, esa pasión que tenía de anunciar a Cristo, de hacer presente a Cristo, de conducir Cristo a los demás. Sus visitas a nuestro País han sido acontecimientos que todos los peruanos, y en especial los piuranos y tumbesinos, tenemos que atesorar en el corazón y por los cuales dar gracias a Dios, porque un santo nos visitó y nos dejó un mensaje que sigue muy actual y muy vigente, y es aún una tarea pendiente para todos los peruanos, resumida en aquella frase que nos dijo: «Construid un Perú más justo y más reconciliado»”.