«NO ESTÁS SOLO, CONFÍA EN MÍ QUE HOY RESUCITO GLORIOSO»

Arzobispo celebra Santa Misa de Pascua y bendice a Piura y Tumbes con el Santísimo Sacramento

04 de abril del 2021 (Oficina de Prensa).- La mañana de hoy, Domingo de Resurección, nuestro Arzobispo Metropolitano Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V., celebró desde la Basílica Catedral de Piura, la Santa Misa de Pascua, en la que celebramos con júbilo la Resurrección de Cristo y su victoria sobre el pecado y la muerte. 

Durante su homilía, Nuestro Pastor destacó que: «La Resurrección del Señor disipa el miedo y la incertidumbre, porque Cristo Resucitado es la piedra viva en la que debemos siempre edificar nuestra existencia (ver 1 Pe 2, 4). No tengamos miedo, Jesús nos ama. Ama nuestra vida incluso en estos momentos en que tenemos temor de vivirla. El Señor en esta hora extiende su mano y nos dice: «No estás solo, confía en Mí que hoy resucito glorioso, porque el Amor siempre vence, porque Dios siempre puede más»”. 

En otro momento Monseñor Eguren resaltó que: «Pascua significa «paso». La Pascua de Cristo fue su paso de la muerte a la vida, de la Cruz a la Resurrección. Y esta Pascua de Cristo hace posible que también en nuestra vida diaria podamos dar «pasos de esperanza». Por ejemplo «pasar» de la desolación al consuelo, del temor a la confianza, del pesimismo a la esperanza, de la incertidumbre a la certeza de sabernos amados por el Señor, de la indiferencia y el egoísmo individualista al compromiso de amor con el hermano. La Pascua es la buena noticia de que no hay problema, pecado, o dificultad que con Cristo no podamos vencer, ni siquiera esta terrible peste que nos aflige, ni siquiera la muerte».

Al finalizar la Santa Misa, nuestro Arzobispo presidió un especial momento de adoración al Santísimo Sacramento, tras el cual, desde la puerta principal de la Basílica Catedral de nuestra ciudad, bendijo con el Santísimo Sacramento a todo Piura y Tumbes, pidiéndole especialmente al Señor que llegue hasta nuestros Hospitales y Villas Médicas, para que conforte a nuestros enfermos y los sane, que llegue también a nuestros hogares y centros de trabajo y nos traiga el fruto de la Pascua, que es la Paz. Pidiéndole también que nos brinde la tranquilidad de saber que su Amor y Misericordia no nos faltarán, que Él está con nosotros y no nos abandona nunca, y así podamos superar nuestros miedos y temores.

Muy emotivo fue el momento cuando Monseñor Eguren se encontraba realizando la bendición con el Santísimo Sacramento y algunas personas, que pasaban por el lugar, se detuvieron en su camino y espontáneamente se pusieron de rodillas y levantaron sus manos en señal de alabanza. Con este hermoso acto de fe y amor a Jesús Sacramentado, hemos coronado de manera especial esta Semana Santa. Que por nuestras obras de amor fraterno, nuestro hermanos más pobres y necesitados puedan percibir que Cristo Resucitado está vivo en nosotros.