DOMINGO DE RAMOS
28 de marzo (Oficina de Prensa).- En la mañana de hoy, cientos de fieles católicos de Piura, participaron con profunda piedad en la tradicional Misa de Domingo de Ramos, que presidió el Arzobispo Metropolitano de Piura, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., en el Atrio de la Basílica Catedral.
Recordando el inicio, hace 25 años, de las Jornadas Mundiales de la Juventud, precisamente en el Domingo de Ramos, gracias a la feliz iniciativa del hoy Venerable Papa Juan Pablo II y ante una significativa presencia de jóvenes en la Santa Misa de esta mañana, nuestro Arzobispo les dirigió las siguientes palabras: “Queridos Jóvenes: La Semana Santa es sobre todo de ustedes. Vívanla en toda su hondura y belleza. Hagan de ella una preciosa ocasión para conocer, amar y seguir más de cerca al Señor Jesús. Participen activamente en sus parroquias y comunidades, en todas las misas, celebraciones y actividades de estos días…”
Y continuó diciendo: “No hay nada más hermoso en la vida que conocerle a Él y dar a conocer a los demás nuestra amistad con Él… Les pido que den coherente y valiente testimonio de Cristo a los demás. Durante estos días santos aclamen con su fe a Jesucristo como el único Salvador y pongan a sus pies sus vidas mismas. Él es la respuesta a todas sus ansias de felicidad y vida verdadera. No tengan miedo de decirle Sí a lo que Él les pida”, expresó nuestro Pastor.
Más adelante dijo: “La Semana Santa es ocasión propicia para tomar conciencia que Dios es lo más importante y trascendental de nuestra vida concreta y de que Dios tiene un nombre y un rostro: Jesús de Nazaret, quien hoy viene a nosotros como nuestro Rey montado en lomos de un burrito prestado. Por Él tenemos acceso al Padre. Por ello dejémonos guiar por Jesús para aprender el modo correcto de ser hombres y llegar al Reino de los Cielos. Sin Cristo Rey no hay camino y sin camino no hay verdad ni vida. Pongamos a los pies del Señor nuestras vidas mismas y no sólo ramos de olivo, vestiduras o palmas y proclamemos a voz en grito: “Bendito el que viene como rey en nombre de Señor” (Lc 19, 39). Sólo así encontraremos la vida verdadera que podremos comunicar a la sociedad y al mundo de hoy”, manifestó.
Al finalizar la celebración eucarística Mons. Eguren explicó sencillamente el sentido de los ramos bendecidos: “Ahora que llevan los ramos bendecidos a sus hogares, colóquenlos junto al crucifijo de sus hogares. Que ellos nos recuerden que el Señor Jesús es nuestro Rey y que sólo vale la pena seguirlo a Él. Estos ramos ahora verdes con el tiempo se secarán. Que nos recuerden entonces que no vale la pena servir a “señores” que se pueden morir, o poner el sentido de nuestras vidas en las cosas perecederas. Mas bien sirvamos sólo a Cristo, que es el único Señor que permanece para siempre…Quien cree en Él, encuentra la vida; quien lo sigue, halla el camino a la libertad y a la felicidad”.
La Eucaristía comenzó con la bendición de los fieles presentes y de sus ramos. Posteriormente Mons. Eguren se dirigió en procesional hacia el altar, mientras que la gran asistencia con gran alegría y con cantos, agitaban sus palmas conmemorando así la entrada triunfal de Cristo a la ciudad santa de Jerusalén, proclamándolo como su Rey y Señor. El texto completo de las palabras que pronunció el Arzobispo de Piura en esta ocasión puede leerla aquí.