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LA CARIDAD DE CRISTO SE HIZO PRESENTE EN TUMBES

Arzobispado y Cáritas llevan ayuda a damnificados por las lluvias e inundaciones en el Distrito de Corrales

03 de mayo de 2023 (Oficina de Prensa). – La mañana de hoy, día en que celebramos en nuestro País la Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, nuestro Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., llegó hasta el Centro Poblado “Casa Blanqueada” perteneciente al Distrito de Corrales (Región Tumbes) para llevar el consuelo de la Caridad de Cristo a nuestros hermanos damnificados por las fuertes lluvias a inundaciones en esta querida zona de la frontera norte de nuestro País. En el lugar se hizo entrega de más de 7 toneladas de ayuda para 200 de las familias más damnificadas de esta zona, así como de los Centros Poblados “Vaquería”, “Oidor”, “Carretas”, “Higuerón”, “La Capitana” y “Rica Playa”, muchas de ellas con adultos mayores y personas con discapacidad entre sus miembros.

Durante la visita Monseñor Eguren estuvo acompañado por el R.P. Jimmy Coveñas Pacheco, Vicario Episcopal de Tumbes, el R.P. Pedro Talledo Nizama, Secretario General de nuestra Arquidicesana, el R.P. César Ortiz Lupu, Párroco de la Parroquia “San Pedro” (Corrales) y el Ing. Carlos Zapata Crisanto, Secretario Ejecutivo de Cáritas Piura y Tumbes. El encuentro se realizó en el anfiteatro de la Plazuela “Simón Bolívar” del Centro Poblado “Casa Blanqueada” donde se dieron cita las familias, previamente empadronadas por los agentes pastorales de la parroquia, para recibir esta ayuda que ha sido posible gracias a los donantes de la Campaña “En la Emergencia: Ayúdanos a Ayudar” que viene impulsando el Arzobispado. Se les entregó paquetes familiares de alimentos conteniendo víveres de primera necesidad como arroz, azúcar, fideos, menestras, leche, aceite, atún, y avena, todo esto para el sostenimiento de una familia de 5 personas por una semana. A esto se suma una ayuda especial consistente en calaminas, clavos autoperforantes, palanas, picos, botas de jebe y repelentes contra los insectos, gracias al apoyo de Cáritas del Perú, Esto servirá para que las familias puedan refaccionar los daños en los techos de sus hogares, y protegerse mejor de las fuertes lluvias que continúan afectándolos. También se distribuyeron rosarios y estampas.

Los agradecidos pobladores manifestaron su inmensa alegría por la ayuda recibida, y tras el emotivo encuentro con Monseñor Eguren, oraron juntos a Dios y por los donantes, gracias a cuya generosidad ha sido posible poder concretar esta entrega de alimentos. La señora Geraldine Zapata Zavaleta, pobladora de la zona, en representación de todos los beneficiados dijo: “Excelentísimo Monseñor José Antonio, a nombre de esta Comunidad de Casa Blanqueada, le damos la cordial bienvenida y le agradecemos esta ayuda que con sus propias manos nos ha traído. Es una bendición tenerlo entre nosotros. Queremos decirle que rezamos por usted y por todas las personas que nos vienen ayudando. Muchas gracias una vez más por acordarse de estos pequeños pueblos de la margen izquierda del Río Tumbes”.

Por su parte nuestro Pastor animó a los presentes a que, a pesar de los difíciles momentos que están pasando, no pierdan la esperanza ni la alegría de vivir, también les dijo: “Queridos hermanos, la fiesta de hoy es ocasión maravillosa para ahondar en la gran lección que nos deja la Cruz, y es que ella está formada por dos maderos que se entrelazan. El vertical nos recuerda que de Dios venimos y hacia Él nos dirigimos. De otro lado, el madero horizontal nos recuerda que nuestras vidas también apuntan a amarnos entre nosotros, como Cristo nos ha amado. Por ello los animo a que sigan ayudandose entre ustedes, porque sólo amando como Jesús, seremos realmente felices y nos salvaremos”. Finalmente, les recalcó también que esta ayuda que ahora reciben es un signo concreto de la solidaridad de cientos de personas que han querido demostrar su cercanía con ellos en medio de la emergencia que ahora viven, entre ellos nuestro querido Papá Francisco, quien les hace llegar su bendición y cariño.

Hay que resaltar el infatigable trabajo del Ing. Carlos Zapata Crisanto, quien junto a los voluntarios de nuestra Cáritas Arquidiocesana realizaron la titánica labor de trasladar toda la ayuda hasta esta zona de frontera, a pesar del calamitoso estado de las carreteras y de las varias quebradas que aún permanecen activas, pero también hay que agradecer la esforzada labor de los agentes pastorales, los miembros de la Hermandad del Señor Cautivo de Ayabaca de Casa Blanqueda, las integrantes de la Junta Vecinal del lugar y de los jóvenes de la Parroquia “San Pedro”, quienes se encargaron de la preparación y apoyaron en la distribución de los paquetes de alimentos para las familias damnificadas.

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