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«A EJEMPLO DE SANTA ROSA DE LIMA NUNCA SE DEJEN VENCER POR EL DESÁNIMO»

Solemnidad de Santa Rosa de Lima

30 de agosto de 2017 (Oficina de Prensa).- La mañana de hoy, día en que celebramos la Solemnidad de Santa Rosa de Lima, en el marco del IV Centenario de su fallecimiento e ingreso a la Gloria del Cielo, el Vicario General de nuestra Arquidiócesis Monseñor Luciano Maza Huamán, en representación de Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, Arzobispo Metropolitano de Piura, presidió la Santa Misa en la Basílica Catedral de nuestra ciudad, en la cual se rindió homenaje a la primera flor de santidad de América, Patrona de la Policía Nacional del Perú y de las Enfermeras de nuestro país. Participaron de esta celebración el General Luis Octavio Bisso Pum, Director de la Primera Macroregión Policial Piura – Tumbes, junto a las principales autoridades políticas, judiciales, diplomáticas, universitarias, civiles y militares de nuestra Región. Culminada la celebración Eucarística la Imagen de Santa Rosa de Lima salió en hombros de los comandantes generales de las fuerzas armadas y jefes policiales, siendo acompañada por gran cantidad de fieles que siguieron la procesión en los alrededores de la Plaza de Armas de nuestra ciudad.

A continuación publicamos la homilía completa de nuestro Arzobispo que, en su ausencia, fue leída a todos los presentes en la Basílica Catedral de Piura:

Encontrándome en la ciudad de Lima participando en las celebraciones por el IV Centenario de la muerte e ingreso a la gloria de Santa Rosa de Lima, quiero hacerles llegar a todos los miembros de la Macro Región Policial de Piura y Tumbes, mi más cordial saludo por celebrarse el día de hoy, 30 de agosto, a Santa Rosa de Lima, vuestra patrona. A cada uno de ustedes les expreso mi sincero aprecio por su entrega y su generoso compromiso por hacer de Piura y Tumbes regiones más seguras, donde reine la paz, y la vida sea preservada y defendida.

El día de hoy, rendimos homenaje a nuestros policías que a lo largo de nuestra historia hasta nuestros días, con su entrega cotidiana y con su servicio sacrificado y abnegado, contribuyen a la seguridad interna, a la paz, y a salvaguardar la vida de todos los peruanos, piuranos y tumbesinos. Para poder cumplir con cabalidad con vuestra misión, depositen siempre con confianza su trabajo en las manos de Jesucristo, nuestro Señor, tal como lo hacía Santa Rosa de Lima. Si así lo hacen, Él sabrá darles la sabiduría y la fortaleza que necesitan para cumplir cabalmente con su misión.

Rogamos constantemente para que por la intercesión de Santa Rosa, el Señor Jesús y Santa María, los cubran siempre con su manto maternal y los protejan del mal que tienen que enfrentar, y que en nuestros días se expresa en la delincuencia común, el crimen organizado y el narcoterrorismo.

Hoy también rendimos homenaje a tantos buenos policías que entregaron sus vidas por la seguridad ciudadana haciendo del honor y la lealtad el horizonte de sus vidas. En esta Santa Misa los encomendamos al Señor con gratitud y admiración.

De manera especial rendimos homenaje a nuestra Policía por su destacada y sacrificada labor durante la pasada emergencia que nuestra Ciudad y Región de Piura vivieron a consecuencia de las fuertes lluvias e inundaciones por el llamado “Fenómeno del Niño Costero”. Gracias hermanos y hermanas policías porque para salvar a nuestras familias, niños, jóvenes, ancianos y enfermos, estuvieron dispuestos a arriesgar sus propias vidas y a perder las suyas.

Con el Papa Francisco, quien pronto vendrá a nuestro país, quiero recordarles la importancia de vuestra misión. Dice el Santo Padre: “Entre los policías y la gente hay un lazo hecho de solidaridad, confianza y dedicación al bien común. Las comisarías están presentes en todo el territorio nacional y son puntos de referencia para la colectividad, incluso en los pueblos más recónditos. Y esta presencia capilar os llama a participar en la vida de la comunidad en la que estáis insertados, tratando de estar cerca de los problemas de la gente, sobre todo de las personas más débiles y con dificultades. Vuestra vocación es el servicio. Y esa vocación se manifiesta en la defensa de los individuos y del medio ambiente, en la acción por la seguridad, por el respeto de las reglas de la convivencia civil y por el bien común: es un compromiso concreto y constante en la defensa de los derechos y deberes de los individuos y de la comunidad. La tutela del orden público y de la seguridad de las personas es un compromiso siempre actual en una sociedad dinámica, abierta y garantizadora en la que estáis llamados a actuar”.[1]

Para poder cumplir con esta alta misión que les señala el Papa Francisco, sigan el ejemplo de Santa Rosa de Lima. Como ella sean hombres y mujeres de oración y de vida sacramental, porque el mal que tienen que enfrentar cada día sólo se puede vencer con el bien que viene de Dios.

Como Santa Rosa sean hombres y mujeres virtuosos, sean personas morales, intachables e incorruptibles. Siendo íntegros y honorables, serán guías auténticos para los demás y factores vivos de ética social, ya que con sus vidas y sus palabras estimularán a los demás a ser hombres de bien. Con Santa Rosa de Lima, les digo: “Guárdense de pecar y de equivocarse”.

Como Santa Rosa sean personas de existencia abnegada y entregada al servicio de los demás, especialmente a los más pobres e indefensos.

Finalmente, como Santa Rosa, quien fue pobre en recursos pero rica en fervor, estén siempre dispuestos a sufrir limitaciones, estrecheces y sacrificios, pero mantengan vivo su ardor, entusiasmo y pasión por su misión y por los ideales que los atrajeron a la vocación policial. Honren siempre con sus vidas las sagradas notas y letras de vuestro himno policial:

“Policía soy, de corazón, por vocación noble y leal,
con la tradición de los heroicos policías del ayer;
doy mi juventud, mi abnegación, mi patriotismo y lealtad,
para servir con fe y honor, en la gloriosa Policía Nacional”.

Queridos Policías: Que los errores de algunos malos miembros de vuestra institución, no los desanimen, ni les roben la esperanza y la alegría de servir a la sociedad peruana, porque son muchos más los buenos Policías que hay y que contribuyen a diario con su abnegado servicio al bien común de nuestra sociedad.

Con el Papa Francisco les digo: “La única forma de vencer al mal y al pecado es con el amor que nos impulsa al don de la propia vida”.[2]  “No sean nunca hombres y mujeres tristes…Nunca se dejen vencer por el desánimo. Nuestra alegría no nace de tener muchas cosas, sino de haber encontrado a una persona, Jesús. Con Él, nunca estamos solos, incluso en los momentos difíciles, aun cuando el camino de la vida tropieza con problemas y obstáculos que parecen insuperables y ¡hay tantos!”.[3]

Finalmente hago un nuevo llamado a las autoridades nacionales y regionales para que doten con más recursos y medios a nuestra Policía Nacional y que mejoren sus remuneraciones para bien de sus familias. Queridos Policías: Que Santa Rosa de Lima, Patrona y modelo de vida cristiana los proteja de todo mal, les alcance sabiduría y fortaleza, y mantenga sus corazones encendidos de ánimo y entusiasmo, y llenos de la paz del Señor. Con afecto y sincero aprecio, los bendigo a todos ustedes y a sus familias.

Quiero finalmente anunciar a todos una gran noticia: Las reliquias de Santa Rosa de Lima visitarán Piura el próximo domingo 1 y lunes 2 de octubre. Desde ya encomendemos en nuestra oración los frutos de esta presencia de nuestra Santa Peruana entre nosotros, para que Ella nos traiga la bendición y la gracia de su amado Jesús en estos tiempos de reconstrucción de nuestra Región.

Afectísimo en Cristo y María.

San Miguel de Piura, 30 de agosto de 2017.
Solemnidad de Santa Rosa de Lima 
Patrona del Perú, de América y de las Filipinas

[1] S.S. Francisco, Discurso a los Policías, 06-VI-2014.

[2] S.S. Francisco, Angelus, 14-I-2014.

[3] S.S. Francisco, Homilía Domingo de Ramos, 24-III-2013.

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