COMUNICADO ANTE LA LLEGADA AL PERÚ DEL CORONAVIRUS

Ante la llegada al Perú del “Coronavirus” (Covid-19), y con el deseo de contribuir a que este mal no se extienda entre nosotros, el Señor Arzobispo Metropolitano de Piura solicita a todos los sacerdotes de la Arquidiócesis que se apliquen y den a conocer las siguientes medidas de prevención:  

  1. La comunión eucarística podrá seguir recibiéndose de la manera usual a elección del fiel cristiano[1], es decir ya sea en la boca o en la mano, ya que expertos mundiales en inmunología señalan que el riesgo de contagio, entre dar la comunión en la boca o en la mano, es el mismo. Se pide a los ministros ordinarios y extraordinarios de la santa comunión evitar el riesgo de tocar la boca o las manos de los comulgantes, y que los fieles sean instruidos sobre cómo recibir la Comunión adecuadamente en cada uno de estos casos.
  1. Los ministros ordinarios y extraordinarios de la sagrada comunión deberán lavarse las manos profusamente antes y después de la distribución de la misma. El lavado debe incluir el anverso y reverso de las manos y la zona de entre los dedos. Para ello se aconseja usar alcohol en gel, el cual deberá estar disponible en todas las sacristías de las iglesias de Piura y Tumbes.
  1. Se pide que a la hora de dar la paz, en vez de estrechar la mano o dar un abrazo, se pueda hacer otro tipo de gesto de saludo y fraternidad, como por ejemplo una inclinación de cabeza, y esta darla sólo a la persona que tenemos a cada uno de nuestros lados, evitando los desplazamientos para intercambiarse la paz.[2]
  1. Las pilas de agua bendita de las iglesias deberán mantenerse vacías. Esto no supone dejar de bendecir el agua que nuestro pueblo fiel suele traer a las Misas para su bendición. El agua bendita es un sacramental de gran devoción entre nosotros.
  1. Animamos a todos los fieles cristianos a que en nuestra vida diaria sigamos las medidas e instrucciones que oportunamente están difundiendo las autoridades sanitarias, e invocamos a mantener la calma y la confianza en Dios.

Las iglesias o templos son lugares de salvación y sanación donde acogemos a quien es la vida misma: Jesucristo, nuestro Señor. Son espacios donde la fe se fortalece, la esperanza se renueva y crece, y la caridad se aviva. Asimismo son lugares de encuentro fraterno donde se fortalece la confianza y se reaviva la paz. Por ello es importante mantenerlos siempre abiertos, porque junto a este virus mundial ha surgido otro tan peligroso como es el “virus del miedo”, y a éste se le vence sobre todo en la oración compartida, la cual alcanza su máxima expresión en la Sagrada Liturgia. A lo largo de la historia cuando grandes plagas azotaban a la humanidad, las iglesias permanecían abiertas y los cristianos no dejaban de socorrer a los enfermos ¡Los discípulos de Cristo nunca se apartan de Él, ni de los hermanos en tiempo de necesidad! 

De otro lado, que el impacto mediático que ha producido el “Coronavirus”, no nos haga olvidar otros males que en el campo de la salud vienen afligiendo a los piuranos y tumbesinos de manera crónica por décadas y que no han sido atendidos adecuadamente, como son entre otros: la anemia infantil, el dengue (mal endémico que ha cobrado ya la vida de no pocos hermanos nuestros), la tuberculosis multi resistente, el VIH, etc.

A ello se une la precaria y deficiente red hospitalaria de la Regiones Piura y Tumbes, sin que hasta el momento haya una perspectiva clara de mejora. Urge al respecto una pronta atención de parte del Gobierno Central. No hay que olvidar que después de Lima, la Región Piura es la primera región más poblada del Perú, según los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda 2017, y Tumbes es una región fronteriza de dinámico intercambio social y migratorio.

En esta Cuaresma pidamos con confianza al Señor Cautivo de Ayabaca y a Nuestra Señora de las Mercedes, por el control de éstas y otras enfermedades, por la curación de los enfermos, así como por los médicos, el personal sanitario y científico, que actualmente de manera abnegada está dedicado a la atención de los contagiados y al encuentro de una cura para esta enfermedad y otras. 

¡San Miguel Arcángel, ruega por nosotros!

 San Miguel de Piura, 07 de marzo de 2020

 ARZOBISPADO DE PIURA
OFICINA DE PRENSA Y COMUNICACIONES

[1] Ver Instrucción Redemptionis Sacramentum, n. 92.

[2] Ver Carta Circular, El Significado Ritual del Don de la Paz en la Misa, n. 6c; 08-VI-2014.