Emotivo encuentro se realizó a puertas del Día de la Juventud
01 de octubre de 2022 (Oficina de Prensa).- En medio de un clima de profunda alegría, delegaciones de alumnos del tercero, cuarto y quinto año de secundaria de los Colegios Parroquiales “Santa Rosa de Lima” de Talara, “Nuestra Señora de las Mercedes” y “San Pedro Chanel” de Sullana, “Santa Rosa de Lima”, “San José Obrero”, “Nuestra Señora del Rosario” y “Nuestra Señora del Tránsito” de Piura, se reunieron en las instalaciones de este último, para participar de un encuentro con nuestro Arzobispo Metropolitano, Monseñor José Antonio Eguren Anselmi S.C.V., quien es también promotor general del Consorcio Arquidiocesano de Colegios Parroquiales (CACPAP).
Durante esta esperada actividad anual que no ha dejado de realizarse ni siquiera a causa de la pandemia, donde se efectuó de modo virtual, los jóvenes pudieron también reencontrarse con sus compañeros de otras ciudades y sostener un dinámico conversatorio con nuestro Pastor, quien respondió a sus interesantes preguntas sobre temas como: la santidad, la búsqueda de la felicidad, el problema de la violencia, el rol de los jóvenes en el mundo, etc. Estuvieron también presentes durante el encuentro, los directivos del CACPAP, encabezados por su Director Ejecutivo el Ing. Javier Chero Maza.
Estar en el mundo, pero no ser del mundo
Al responder sobre el tema de la santidad a la que todos estamos llamados, nuestro Pastor les dijo a los jóvenes: “Queridos Jóvenes, todos estamos llamados a la santidad, recuerden lo que Jesús dijo: «Estamos en el mundo, pero no somos del mundo». El cristiano no huye del mundo, está en el mundo y opta, desde su fe, por construir un mundo conforme a la verdad y al amor, que tenga justicia, solidaridad y caridad, ese es el mundo que Dios quiere desde el momento que nos creó. No ser de este mundo quiere decir que no hemos de amar las cosas del mundo y evitar caer en las tentaciones que éste nos presenta como caminos de falsa felicidad, que básicamente son tres: el ansia de tener, el deseo de poder y el placer impuro. El Señor es nuestro referente, el centro y modelo de nuestra vida, por eso cuando tengan alguna duda sobre qué hacer ante determinada situación, háganse esta pregunta: ¿Qué haría Jesús si estuviera en mi lugar? Si el Señor lo haría, entonces no tengas miedo de hacerlo, porque Jesús sólo quiere lo mejor para nosotros, pero si Jesús no lo haría, entonces tienes que ser valiente y saber decir no, e ir contracorriente, quien te dará la fuerza para ello es el mismo Señor Jesús”.
Cristo es el camino a la felicidad plena
En otro momento y refiriéndose acerca del tema ¿Dónde encontrar la verdadera felicidad?, Monseñor Eguren les dijo: “Recuerden siempre que Cristo es la verdad y el camino para alcanzar la auténtica libertad y la felicidad plena, es Él quien nos dice que la verdad nos hará libres. Y quien es libre puede amar y ser feliz. Solo el que sigue a Jesús es verdaderamente libre y puede amar, y amando, ser verdaderamente feliz. Tengan la seguridad de que en hacer lo que el Señor les pida está el camino para encontrar la verdadera felicidad. Confíen en el Señor, Dios es tan bueno que nos ha dejado en su querido Hijo las enseñanzas que necesitas para acertar en el camino de la vida, para que puedas ser libre y realizarte como persona”.
Sean artesanos de paz
Nuestro Pastor fue preguntado también acerca de la respuesta que debe dar la Iglesia ante el problema de la violencia que se vive hoy en día en nuestro país y en el mundo, a lo cual respondió: “Hoy en día esto capta mucho la preocupación de las personas. Las encuestas nos dicen que la inseguridad y la violencia son unos de los primeros problemas a resolver. Para resolverlo hay algunas cosas que ustedes como jóvenes pueden hacer. Recordemos lo que Jesús nos ha dicho en el Evangelio: «Bienaventurados los que trabajan por la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios». Sean artesanos de paz, de reconciliación, de comunión. Que ahí donde haya odio ustedes pongan amor, ahí donde haya división pongan unidad. Cada uno tiene a diario un montón de circunstancias en donde podemos y debemos actuar para ser artesanos de comunión, de reconciliación y de paz, sea en el hogar, en el colegio, con tus amigos, ahí donde el Señor los ponga. Ahí donde vean que hay división y enfrentamientos, debemos ser instrumentos de unidad, de reconciliación, instrumentos del amor de Dios. Recordemos lo que dice San Pablo en una de sus cartas: al mal se le vence con abundancia de bien. Nunca pensemos que lo poquito que pueda yo hacer es intrascendente y que por lo tanto no sirve. Debemos cultivar una cultura de amistad, de paz, de unidad, de respeto y de diálogo”.
Sean sensibles ante el dolor del otro
Respondiendo a otra de las preguntas, nuestro Pastor les destacó la importancia de ser sensibles al dolor y a las necesidades de los demás, demostrando así su espíritu joven y misericordiosos: “Que sus corazones estén siempre abiertos a la necesidad de todos, especialmente de los más pobres y necesitados. Ustedes jóvenes sean siempre sensibles al dolor ante el dolor de los demás, estén siempre dispuestos a llevar su amor a quien más lo necesita. No se trata de hacer cosas impresionantes o extraordinarias; a veces basta con algo tan simple como dar un consejo al amigo, enseñar a tu compañero sobre el curso en el que no es muy bueno, sonreírle al que veas que está triste, ayudar a tu madre con las tareas de la casa cuando más lo necesita o defender al débil. Sean siempre defensores del niño por nacer. En medio de esta sociedad de hoy, sean presencia viva de la solidaridad, caridad y fraternidad cristianas”.
Al finalizar el conversatorio nuestro Arzobispo pidió a los jóvenes: “Queridos jóvenes, no se olviden ustedes que Jesús los quiere, que la Iglesia los ama y hace una opción preferencial por ustedes, por algo Jesucristo quiso llamar a un joven en el grupo de los doce apóstoles, a San Juan, que fue el único que no lo abandonó y que le fue fiel hasta la cruz; fue el único de los apóstoles que no tuvo miedo. Que María los proteja y conságrense todos los días a Ella. Sólo así serán siempre de Cristo y llegarán a ser el rostro joven y vivo de la Iglesia”.
Durante el fraterno conversatorio que nuestro Pastor sostuvo con los jóvenes, abordó también otros interesantes temas, refiriéndose, entre otras cosas, a las manifestaciones antirreligiosas y contra la Iglesia que se vienen viendo tristemente en las últimas dos décadas, como es el caso de Nicaragua. Sobre la misión de los jóvenes en la sociedad y en la Iglesia, ya que ellos son los llamados a hacer más humano este mundo. También hablaron sobre lo que pueden aportar los jóvenes para crecer en sinodalidad, los valores y virtudes que deben fortalecer para una convivencia armoniosa y pacífica como laicos comprometidos, y sobre cómo seguir construyendo familias fuertes, orantes y evangelizadoras en nuestra región y en nuestras comunidades educativas, aun cuando éstas siguen siendo afectadas por el desempleo, crisis política interna y pobreza.
El tiempo quedó corto ante las muchas inquietudes de los jóvenes presentes. Al concluir el conversatorio, los alumnos agradecieron su visita al Señor Arzobispo, esperando poder volver a encontrarse con él en una siguiente oportunidad. Finalmente, y antes de rezarle juntos a nuestro Patrono San Miguel Arcángel, dos alumnos del Colegio anfitrión bailaron para los presentes una hermosa marinera norteña.