Encuentro Jubilar de Familias en las 6 Vicarías Foráneas de nuestra Arquidiócesis
05 de diciembre (Oficina de Prensa).- El pasado fin de semana, en el marco de las celebraciones por el Año Jubilar de la Iglesia particular de Piura y Tumbes, se llevó a cabo el “Encuentro Jubilar de Familias” en cada una de las Vicarías de nuestra Arquidiócesis. Estos encuentros congregaron a numerosas familias provenientes de las diversas parroquias y movimientos eclesiales, que se dieron cita para orar, dar gracias a Dios y reflexionar sobre el don de la familia cristiana.
En la Vicaría de Piura el encuentro se realizó en el Coliseo del Colegio “Nuestra Señora de Lourdes” desde temprano por la mañana bajo el lema “Familia que reza unida, permanece unida”. Al inicio de la jornada los presentes participaron de un especial momento de oración que invitaba a las familias a tomar conciencia de la necesidad de darse tiempo para escucharse, comunicarse y abrir el corazón entre sus miembros.
A continuación nuestro Arzobispo, Monseñor Eguren, les dirigió a las familias unas palabras: “Queridos hermanos, estamos por iniciar el tiempo de Adviento, que como bien sabemos nos prepara para la Navidad, que es la gran fiesta de la familia en la cual celebramos a la Sagrada Familia de Nazaret. Jesús vino a este mundo igual que todos nosotros en medio de una familia: nació de una mujer, la Virgen María, quien junto a San José, su castísimo esposo, formaron una familia”.
Nuestro Pastor reflexionando luego sobre un texto del Papa Francisco los exhortó diciendo: “A lo que nuestro Santo Padre nos invita es a mirar a la Sagrada Familia de Nazaret y a aprender de la sencillez de vida que llevaban en Nazaret; a que siguiendo su ejemplo nuestras familias se conviertan cada vez más en comunidades de amor y ternura, donde el papá y la mamá amen a sus hijos y los hijos a sus padres, el esposo demuestre su amor fiel a su esposa y viceversa, donde los hermanos se quieran entre sí y no se peleen ni tengan envidias; a que cada hogar sea una comunidad de reconciliación, que es la capacidad de saber perdonar cuando haya que hacerlo, de siempre estar unidos – así como nos los recuerda el hermoso lema de este Encuentro Jubilar: «Familia que reza unida, permanece unida» -, y de ayudarnos mutuamente. Ello exige de nosotros poner a Jesús en el centro de nuestra familia y de nuestras vidas, porque cuando ello pasa, en esa familia reina el amor, la unidad y la reconciliación entre todos los miembros de la familia”.
Finalmente Monseñor Eguren también reflexionó sobre las 3 palabras claves que el Papa Francisco nos brinda para vivir la paz y la alegría en la familia: «permiso, gracias y perdón». “Permiso: que significa pensar en los demás miembros de la familia antes que en mí mismo, no atropellar al otro en el hogar sino respetarlo. Gracias: hermanos, qué poco agradecemos a papá y a mamá todo lo que hacen por nosotros, y qué poco también los padres expresan su cariño, gratitud y amor a sus hijos; y por otro lado no olvidar agradecer a Dios por el don de nuestros padres, de nuestros hijos y de nuestros hermanos. Perdón: esta es la palabra que más nos cuesta pronunciar porque golpea nuestro orgullo, pero si hemos hecho algo malo no tengamos vergüenza, seamos humildes y pidamos perdón al que hemos ofendido; al mismo tiempo aprendamos a perdonar al que nos ofendió, porque hay veces que nos cuesta mucho perdonar”.
Concluido este espacio de reflexión Monseñor Eguren bendijo a todas las familias y de manera especial a los pequeños que estaban presentes. Otros momentos importantes que se vivieron durante este Encuentro fueron la catequesis acerca de la familia como iglesia doméstica, la dramatización sobre los problemas que se viven hoy en la familia, el rezo del Santo Rosario, el testimonio de familias numerosas que compartieron cómo apoyados en la gracia y la misericordia de Dios pudieron sacar adelante sus hogares. Asimismo los padres tuvieron la oportunidad de recibir orientaciones prácticas acerca de su matrimonio y la formación de sus hijos, mientras los más pequeños recibían una catequesis especial mediante cantos y juegos. El Encuentro de Familias concluyó con la Consagración a Dios de todas las familias.